miércoles, 23 de diciembre de 2009

Extraño

Lo pensé. Primero dos minutos casi tres y creyendo que se iba a detener en esos estadios de mi mente retardé mis pensamientos como un triste sonido que no dejaba salir. Luego así como el atardecer se pone inevitablemente justo en el medio de la silueta del mar. Te extrañé. Entre las diez y las doce más que nunca como la vida ante el dolor de un desahuciado. Pensé en tu sonrisa, en el calor de tu abrazo aunque suele ser plural, en tu pequeña mirada a la reacción de tus gestos y en el dulce carmín de tus más subrepticios besos a la luz de la noche comentados por ventanas y paredes de cemento. Me quedé atrapado en el miedo del momento de no saberte a mi lado de no tenerte conmigo de sentirte a lo lejos. Sobre la ausencia empática de no oír un te quiero, te pensé como un tonto que se encuentra contento de sentir que es amor aunque sea en pensamiento. Te extrañé como a nadie como al verbo querer, como un sueño perdido y no me arrepiento. Entre las diez y las doce un infrasónico latido encalló en el medio del mar de mi amor. Una noche vencido por un vaso de vino reflejó una palabra en su dulce sabor.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Literatura

Una frase pérdida que no encontraba razón que estaba suspendida en lo más sutil de mis recuerdos. Me encontró varado en un mar de ideas de la misma manera que cuando la escuché por primera vez. Cerré los ojos un momento y guardé lo que siento... un instante de miedo. Aprecié la razón del amor cuando es cierto esa frase que fue mi más triste alimento después de oir la voz de una persona que aprendió con el tiempo. El amor de tu vida tan sólo es uno: el dilema se encuentra en que no sabes si es, si será o si fue. Si fue tendrás una vida de lamentos con un querer que ya no es cierto por aprender muy tarde. Si es, cuida bien lo que tienes porque no sabes qué podrá ser, para cuando lo entiendas será lo que pudo ser y no fue. Lo recordé simplemente despues de preguntar una vez, de ver tres películas, de pensar dos veces e imaginarte aquí. A mi pregunta respondió creo que lo quiero y sólo atiné a decir cuida lo que tienes antes de decir lo tuve. Al ver las dos películas recordé las palabras de ese profesor de Literatura que vivía enamorado del amor porque no podía entenderlo. El decía: El amor es lo único que creamos para otras personas -sin valor, sin plusvalía- y no se sabe si lo van a querer o no. Y gastaba las horas de su clase explicándonos lo que en sus horas había entendido de él. Al pensar dos veces e imaginarte aquí. Una para imaginar y otra para entender lo que había imaginado. Te vi... y no quise ver bien primero y al entender, te vi acompañada sin expresión alguna. Seguro por piedad de mi mente. Sin amor, sin nostalgia, sin rencor. Un borroso Y a la vez que surgió una luz en mi mente, un brillo lábil que caía de mis ojos me dijo lo entiendo. Algún día probablemente no muy lejos estos amores que sueñan despiertos con años o entierros volverán a sus dueños.

viernes, 18 de diciembre de 2009

La mitad de lo que siento

Que nada le aflija
que olvide el te quiero,
que ausente la magia de amor un momento.
Que sueñe en la cama
y no lo haga despierto,
que bese y no sienta el amor en sus besos.
Que olvidar sea un deporte
que mentir sea correcto,
que aligere la carga de todo sentimiento.

Que use la razón
que sea amor por defecto,
que el abrazo y el beso sean dos partes de un juego.
Que el catorce sea trece
que no exista febrero,
que al llegar ese día haga fiesta en mi duelo.
Que al amor sienta el frío
como un cubo de hielo,
que el suspiro sea tos que le enferma a momentos.

Que no digas no puedo
que me digas te entiendo,
que mañana de pronto ya no sigas latiendo.
Yo intento arreglarte
y nunca estas quieto,
tristeza es a amor como fin a comienzo.

martes, 1 de diciembre de 2009

La llave

Casi siempre consigo expresar lo que siento... aunque en el fondo no sé que ha quedado en el entender de quien oye, lee o quizás simplemente ve. Ya ha pasado bastante que intento y no consigo comprender. A veces cuando más se desengrana el pensamiento cuando la proximidad de la palabra de quien explica demora, una idea llega a mi cabeza mucho antes y suelo decir entiendo o entendí para mis adentros porque pretendo dar en el clavo por pura conjetura o una simple carencia de saber decir no puedo y eso bien yo lo sé. Había dejado arrumbado mi interés por una solución a esta ligereza y sucedió ayer en pleno desdén perentorio por asesinar minutos frente a mi pantalla. Al igual que el más infeliz de los casos de una llave perdida: "encontré lo que no buscaba" y apunté bien la placa de la idea para no olvidarla por si llega el momento. Porque reconozco el arduo maquillaje de mis pensamientos cuando me es conveniente. Una imagen dijo más que mil palabras y pudieron ser sólo diecisiete pero no llego ninguna antes de observar con detenimiento los ojos de quien mira cuando está enamorado. Cie.

lunes, 30 de noviembre de 2009

puzle

No hay nada más difícil que mentir. Pero mentirse a sí mismo. Con tortuosidad de por medio.
Alegar amnesia artificial, ver lo que no existe porque es bueno. Controlar la emoción de una mirada, la sonrisa sin fundamento. Decidir cual empresario cuando trata el dinero. Y el mejor de los actos de un buen mago: saber olvidar. Engañar a la mismísima materia que la atracción de un cuerpo sobre otro no es, no está, no existe. Aunque está allí sin verle y que puede sentirse aun sin su presencia.
Son facultades de las que adolezco su ausencia. De las que me esfuerzo por derrochar por emanar.
Lo lamento por mí. Lo lamento por quien diga que solo soy un mentiroso. Pero al decir olvidar debo agregar priorizar y es que hay cosas, momentos que no se pueden olvidar. Personas que no se olvidan personas que sí. Cómo duele no poder olvidar. Cómo duele que te olviden. Qué extraña la gente que desgasta en su uso la palabra olvidar, el verbo fingir cuando se puede querer. Ya por eso a veces tanto escucho que el amor existió hace mucho tiempo cuando era más que solo una palabra.

lunes, 26 de octubre de 2009

Arranca corazones


Pocas cosas advierten la idea de perderse de mi cabeza, será como esa canción que suena y suena y huele y huele a tabaco y cevada con un néctar de silencio en la más sublime exhalación de la última cala del entendimiento humano, poco supe después de decir que sí...
para atrás no hay más que ver... a menos que decir por qué...
A la distancia sé bien que se siente pero de cerca es un poco más de lo mismo. El dulce sabor de una noche con pocas palabras. Ausencia, saudade, rescoldo, reminiscencia, regomeyo... basca.

sábado, 24 de octubre de 2009

Octubre

Hay cosas que debo admitir... tengo perfume de cigarro y no me estoy sintiendo muy completo últimamente yo no sé qué tan fuerte es el amor que los dos últimos años de mi vida he venido pregonando que no creo en él, que es mejor la venganza y que es más positivo el odio que decir te extraño. "Yo no sé..." como diría Vallejo aunque por estos vanos motivos se burlaría de mí con seguridad antes de terminar la primera oración. Me siento y no es broma me siento porque me canso de escribir. Antes creo y sí era antes. No había que decir, que pensar, que lunes por la tarde, que sábado por la noche... había y no me equivoco una esterilidad sentimental que ofreció ningún estadio de mis tantos colapsos pero... ahora me atrevo y me da risa admitir que extraño... que si es que esto termina como va me voy a sentir muy mal... las palabras "Te extraño" no me hubieron rebotado tantas veces en una sola tarde, en una sola noche y no lo puedo negar no le he deseado tanto mal a alguien que no conozco que de nombre sólo califico como reprimido no sé... mejor no lo escribo. A ciencia cierta este golpe llamado momento a tu lado me es tan claro como que en estos momentos tienes hambre y que vas a buscar algo para comer si no lo estás haciendo ya. Quizá por entenderte podría sólo callar. Pero he intentado y cuando digo intentado es porque puse mi mejor ánimo de encajar a cuesta de mí pero no lo consigo. Te puedo ver -y no sé que me pasa- por allí y quiero estar a tu lado bromear un poco y oírte reir. Cómo haces... no sé, creo que es como el chocolate solamente sé que me encanta y que no lo puedo dejar. El viaje camino a mi casa es un triste vacío que suena música que no me gusta y no he pasado tanto tiempo observando el celular queriendo que se active por arte de magia en mi más sincera imaginacion. Hoy fue y tengo que aceptar un día que no quiero recordar ni ver al celular, ni oír música, ni saber nada de fórmulas, ni siquiera de plumones en la tienda de alguien que no me quiere ver... fue un día de negaciones... no me quiero ir, no va a timbrar, no me quiero ir, no la debo ver, no me gusta este curso, no te quiero extrañar y por si fuera poco... no debo fumar. Y se encierra en mi mente esa frase de dudosa procedencia que dice que cuando más deseamos algo... cuando más lo pretendemos es justo cuando se aleja y qué se debe hacer... bueno pues callar, dejar hacer dejar pasar "laissez faire, laissez passer" para eso creo que estaría bien un Adam Smith pero yo no puedo dejar que tú mirada se me escurra sin que diga lo que siento dentro que aunque me esmere en decir que no es verdad... sí lo es. Por lo general, la felicidad es lo que estuvo a punto de suceder. Casi siempre he oído esa frase y casi siempre digo que es verdad.

viernes, 23 de octubre de 2009

Cierto concierto

Escribir es uno de esos verbos que me vuelven loco, de necesidad perentoria y ayer más que nunca debí escribir lo que no pude decir antes del fin de la primera hora del día posterior al más largo que no he tenido hace dos años.
Con luces propias del juicio final se acercó Jesús no sé si en caballo o burro. Fue un destello permanente un sentirme momentáneamente ciego con la sola y humilde percepción de quien estaba delante de mí. Se iniciaba así la comedia, el drama, la venganza, la nostalgia, el amor, la locura y catarsis que desencadena el sonido plural y emotivo de una canción cuando toca el punto más álgido de la conciencia.
La masiva procacidad de un bien armado auditorio no pudo concebir la fragilidad femenina presente. Ni su propia femineidad retuvo el detonante encerrado desde adentro. Fueron ajos y pimientas, venganzas y rescoldos que pasaron como la electricidad en el cuerpo que dejó su última canción. Lejos.
No sé de dónde vinieron, no los esperaba, no estuve parado más de hora y media para obsequiarles mi facultad de oír. Todo eso pensé mientras dejaba pasar la única canción que está armonizando la impresión de no tenerte en estos días. Me oí decir... un grupo minúsculo, más minúsculo que su nombre y me equivoqué. Corrección a mi supuesto y algo más, dejo adherida esta canción, Sognare.
Mi pulsación era normal, atestada de intriga. Habría que notar la de todos los demás mientras se alistaban a sumar 3 + 1 en mi loca cabeza; luego algarabía... el vítor de un pueblo por la victoria de un general romano y en el incansable griterío recordé aunque no me gusta hacerlo Cuando no es como debería ser... ya después con el silbante hálito de un quejido soltó el vesánico romance So violento so macabro en el oído de una Julieta y por más póstumo que sea el amor e indescifrable mi duda a priori uno de los tantos latidos de esa, estas, la noche espetó que Los malaventurados no lloran.
Mi compañía era renuente al silencio y mucho más cerca... a mi derecha competentes fraternos con la misma intención que yo, a mi siniestra quien pudo ser un trémulo sobreviviente a la noche en que sucumbió el Titanic y frente a mí y en diagonal intermitente quien nunca supo un título, quien nunca supo la letra. Alguien me dijo después que nada habría sido igual sin la paciencia de su espera.
Conminados a la locura, en actitud de oración al demonio y una disfonía que pasaría al olvido un día después se retiraron los cuatro de Monterrey en un día que no olvido, con temblores que hacen ruido y una cálida semblanza de lo que despierto soñé. Con una bandera al dorso y lanzando baquetas cedió el off el interruptor con todo lo que quise cerca a mí esa noche para no sentir frío.

miércoles, 21 de octubre de 2009

4

Con sabor a miel caliente, dulce praliné vespertino
de desliz suave y hesitante.
La vez que pudo no intentó y si intentó no lo hizo.
No sé bien.
Juega a ser de estar y a estar malgastando,
como niño con dinero.
Los pasillos se hacen largos a su lado
y de saber del verde color de alguna palabra
me quedo con su aroma cerca de mi camino.
Lo intento.
Monologa el viento en su intento por hablar
y al ulular me conmueve lo pequeño de sus manos,
concavidad inusual, sonríe y lo permito.
Lo siento.
En una palabra chocolate, en dos cómo haces
ignoro el momento en que mentir fue mi verbo.
Un caramelo una risa azucarada
la dulce cucharada que da sabor a la tarde.
No puedo.

Te conviertes en una palabra
y mientras más me oigo nombrarte
seguro y me enamoro de ti
jugando a esconderte frente a mi
poco a poco te encuentro -No está demás decir que sí cuando es de noche-
cada sonrisa es mi más tierna mirada
que suspendo en tiempo incierto acorde a notas tristes de mi almohada
un dulce a medias, la conjetura de un sí a las 5 p.m.
denodadas apetencias que en suma son mi más cruel antojo de saberte a mi lado.

Te conviertes en una pregunta
y de no hallar respuesta diré que posee
la misma inconsistencia de mi decir "en punto" hoy a las doce antes del meridiano
más tecla que palabra
y de hora inadecuada
se acerca a lo lejano cada idea que ha escrito
inanición seducida por lo que el tiempo provee
destila vanidad impropia de su edad
más cerca cada vez que se aleja de mi lado.

Te conviertes en una respuesta
y no estoy jugando a las escondidas -de jugar seguramente te encontraría a mi costado-
arredra la idea de bailar a solas
mientras la música suena en el primer pasillo
describe estas líneas como yo las escribo
a ver si recuerda lo que oyó su oído
de noche se entiende lo que debe comprender
seguro y encuentra en el tiempo al callar
una voz conocida un susurro casual.

martes, 20 de octubre de 2009

2 palabras

Una palabra este susurro
que se queda contigo cerca de una carpeta
flojo el sonido de un quieto y distante
que ahoga la voz al inicio del beso.
Sólo contigo y prefiero de a pocos
un pedazo de ti cuando cierras los ojos,
lo siento.

Una palabra compuesta por dos
la demora de una y la partida de otra.
Me quedo contigo comenzando la noche
cerca de mí y con la boca cerrada
haciendo de un verbo el regalo que enciende
el menor sentimiento que tu adiós me merece,
nostalgia.

Una razón por dos

Qué placer el mío
de sentirme más solo cuando lo estoy
transgredo el principio fundamental de vivir porque es bueno
y me encierro en un sentido,
No hay derecha
no hay izquierda
sólo un nublado convenio pulmonar de hacerme daño.
Cuando me faltas
cuando me hace falta
cuando no hay abrigo
un opaco testigo
de algún sueño roto
aspirando más hondo
en mi silente caminar
en lo más pálida
de la primera noche
me arrulla del susurro de fumar
el fungible aparato que de a pocos se enciende
y se enciende conmigo
absorbe y entiende
para que no pueda pensar,
deleznable final
sugiere y lo escribo
ralentiza el camino
y no lo puedo evitar.




domingo, 11 de octubre de 2009

Dehiscencia

Para que te pienso ahora me pregunto
si recalcitra tu alma un trocar
saber que eres la cruenta de este mundo
que asesinó mi alma con besar.

Besar de beso aleve, torvo y trunco
presunto fidedigno porfiador
te daba yo en silencio todo en uno
mientras que otros sentían lo que yo.

A veces miro al cielo y me pregunto
por qué dando lo bueno hay traición
me calla una voz fiera y me hace mudo
y espeta lo que un día se me olvidó.

-----------------------------

El presto para todo y para todos sibilino
encontrábase callado cuando en mi alma sobrevino
un agudo torbellino intermitente de mi piel
que anegó en azul mi alma con un barco de papel.

construyó mi ser innato absurdamente repentino
en una tarde nostalgia, desazón y desatino
y temiendo definir el triste anhelo que hay en él
abrigó su corazón tomando el nombre de Maciel.

-----------------------------

Tienes la cara tan larga como el cuerpo de tu amigo
y un arete que engaña a tu conciencia viril
un conejo aretado al cual yo persigo
que me da espanto si miro y también me hace reír.

Tu nariz prominente alarga más este escrito
me da risa y me impacta cuando miras hacia mí
nariz postiza parece aunque nadie te haya dicho
te hace más largo el suspiro y no te deja mentir.

-----------------------------

Jamás me dirás en tu vida un te quiero
porque tal vez mi amor para ti es sólo un juego
o será que los labios te tiemblan de miedo
y a escondidas o a solas te burlas de mí.

De mí y de este amor lo que siento por dentro
que no dudo en decirlo ni vacilo en fingir
porque es para ti lo más puro que entrego
pero que pena no decir lo mismo de mí.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Las cosas del sótano

No he podido ser más firme en escribir cualidades y sentimientos, sonrisas con dualidad interna y camelos en su cuarta acepción para realizar el mínimo boceto de lo que no sé aún como mencionar. Ni agilidad cerebral, ni puesta del sol con este... bendito tiempo que parece no definir su estación, que ayude. Tengo sí una sierra grande que corta mis ideas por la mitad, no se cansa de cortar y cuando pierde su filo te toca a ti. Con un hacer,con no deshacer.
Las sonrisas son buenas, me dan direcciones, pero no sirve de mucho la poca palabra que expresa la risa cuando hay más de un camino. Se me antoja un chocolate, una mirada a los ojos y mucho silencio. Son raras las cosas que pasan por mi mente a las cinco de la tarde recordando la hora ventiuno del día anterior. Quizá debí decir que sí y no escuchar dos veces no.
Fue frío el camino y no reí para calentarlo y aunque robó sólo novecientos segundos el tiempo de mi tiempo... sí sentí el silente camino de mis pasos cuando sobre mi hombro no te vi a mi lado, ni el acompañante sonido de las piedras pudo hacerme sentir mejor. Tal vez sí era temprano cuando dijo que no.
La locura es un estado del amor que va tallando mis habilidades podría haber dicho simplemente que no... pero creo que me estoy enamorando.

domingo, 10 de mayo de 2009

Cuando el teléfono suena de noche

Ahora, pocas son las veces que sucede, como si la oscuridad a punta de vacíos formara un sonido que dilata el tiempo que abre un espacio, un agujero negro entre el pasado y el presente... tú sabes mejor que nadie como sonaba el teléfono cuando el pasado era presente: De noche, de día, en las tardes, a toda hora, era cuestión de cercanía, de la más vesánica promesa -y eso me lo dice el tiempo- de nunca aburrirme de estar a tu lado. Siempre que son más de las doce antes del meridiano y con la velocidad de un pestañeo suena el teléfono sé que eres tú y no entiendo por qué. Un profundo resquemor por la ausencia de la soledad que nunca sostuviste me retrae a lugares que ya había olvidado que se arrastran a veces pretendiendo observarlos casi siempre desde un auto, sentado. Será que algo debe faltarte o que tienes esa loca manía que no has perdido hasta ahora, que te sigue y te persigue como una astilla encalada en tus recuerdos, o que simplemente te gusta jugar a perder el tiempo marcando números al azar y que por allí como anexándole minutos al desperdicio de tu saldo telefónico le atinas al de este humilde servidor, pero ya no asoma la loca idea de que estás por allí atrapada en tu presente entre esas cuatro paredes y todas las condiciones de alguien que no debe verme aguardando el momento justo de volver a mi lado. Aunque así vanas veces te imagine y sea feliz.

domingo, 3 de mayo de 2009

Suspiro... respiro... sosiego... error.

Me pareció que la intrusión de un animal telepático se había largado por la mismísima puerta de donde salió, dos mil seiscientas ochenta y tantas visitas, una fotografia presente y una sonrisa trémula de un placer medio maníaco de saberte lejos, porque las horas cuentan que en medio de la obscuridad de mi acrofobia podría hacerte caer para verte hecho un punto de sangre en el hoyo, sería una caída donde tu harías de coyote y yo sonreiría oyéndote gritar... pero la verdad así sean malos -y déjame execrarlos- muy malos mis pensamientos, yo solo te deseo que seas feliz, que te vaya mejor y por sobre todo no te deseo la muerte porque igual vas a morir. Para ti también con desprecio.

viernes, 1 de mayo de 2009

El amor no acaba sólo cambia de lugar...

¡Dices! Por favor corrige si me equivoco! Y me sonó a tragedia griega con puntitos multicolores, como dos manos tirando de una cabeza de cabellos amarillos y rosas, le tuve compasión a esa idea y me propuse cavilarla, la verdad no pasó la prueba... mi prueba, y de no ser así, cómo explicas las sombras de noche y todo ese malestar infrahumano que... en fin... he gastado más tinta que tecla para impregnar mis colapsos, mis ideas, mis atrasos, mis... ¿tú? -y que Panda y su "de rojo te ves bien" no me haga plañir como siempre, como para no decir que en horas mejores he hecho de las comedias una de esas cosas breves y pequeñas como la fuerza que hace falta para mover un mouse, y si no entiendes!!! qué más vas a pedir, si nunca me entendiste, si jamas vas a entender, no seré genio pero tampoco estoy loco si digo que veo las noches rojas de ira y verdes de arrogancia... Acaso supone la noche que hace falta la luna y una estrella para decir que esta completa, ya no es suficiente lamentar: Porque no hay parque sin plantas, porque no hay acordes mayores sin uno menor, porque no hay luna llena sin estrellas, porque no hay catarsis con k en mi diccionario para engañarme sin miedo, porque es más dulce este beso que hace esperar al tiempo con los años que le quedan... hasta el final de los sueños con la partida de la espera del tal vez así es mejor y la llegada de mi amor sera más violento que macabro pero habré dicho al fin de tantos cabos que yo tuve razón.

sábado, 4 de abril de 2009

La palabra escondida

Hay un halo de desconcierto cuando me hablas... como que fascina y  hechiza el no saber quien eres... pero más que la incógnita de tu nombre está lo concreto de tus palabras que no se tocan pero se sienten como si fuera un poco de miel cayendo a borbotones... y es que me dan ganas de encontrarte aunque sea con los ojos cerrados y sin saber quien eres, darte un beso; aunque me suena irónicamente descabellado... pero hay algo que encandila mis noches aunque no tengan luna llena... palabra escondida que lleva por letras tu nombre y será mejor así porque las cosas mejores esas que traen consigo la belleza de un ocaso en el final de la tarde... aún no las encuentro.

lunes, 23 de marzo de 2009

Sino

Cómo es que antes no te vi,
de qué sombra estabas escondida,
con qué perfume intoxicándome perdí su aroma entre sueños.
Cómo no te vi.
A quién le dio lo mío el destino que juega, 
y jugando así como jugando me da la luz al conocerte.
Dónde estaba tu sonrisa,
cuántos pasaron frente a mi que no dejaron ver tus gestos,
a quién le debo el tiempo que he perdido sin hablarte
pues son palabras tuyas esa almohada a la crudeza que es cuchillo cuando el tiempo hace mal en mi cabeza.
Cómo es que antes no te vi.
Si por verte hubiese dado lo más lindo de mí,
y aunque no doy nada ahora estás justo aquí.
En que pensaba cuando tú no estabas,
lo más fútil que en silencio me hizo llorar,
por no conocer la sutil sonrisa de ojos alegres llenos de vida.
Por cuánto tiempo anduve teniendo lo que tan poco he tenido
y sin darme cuenta ahora sin necesitarlo me sobra.
Por fe, por mil sonrisas, por toda paz que hay en tu voz
por todo aquello que haces ver bajo este cielo más azul
porque eres tú la que escribía, la de la risa en la sonrisa
la de la voz compañera,
la que es sin ser lo que es,
sólo por qué,
cómo es que antes no te vi.








lunes, 16 de marzo de 2009

Lo peor del amor

"Lo peor del amor cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman el humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar los pecados veniales, condenar a la hoguera los archivos,
lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos."



Joaquín Sabina

ktarsis


Tengo ganas de andar
de caminar sobre el agua,
tengo un sueño atrapado entre dos pesadillas,
tengo tibia la noche
y crucificada la nostalgia
que jugó a ser Jesús
y acabo entre maderos.

Tengo luz en las noches
y firmamento particular
permiso abierto del tiempo para hacerlo esperar,
un viaje eterno sentado cuando el pensamiento ancla en mí,
tengo aguda la vista
e intacto el sentimiento.

Tengo risa en la sonrisa de ver reírte a mi lado
un ejercito de suspiros
y una pequeña mirada,
tengo cosquillas nocturnas
con una extraña apetencia
tengo tardía la idea
tengo ganas de ti.



miércoles, 11 de febrero de 2009

Lucubraciones de un quedo corazón

Siento, luego escribo... Y si fuera el azul de este cielo que no me deja ver, no lo sé, solía saberlo, cruzaba miradas desde cielo al infierno y llegaban diáfanas y fulgorosas como el sol del estío allana cielo, mar y tierra.
Puede que sea el azul, o no será porque la verdad de tanto mirarlo lo veo casi bruno y aciago se confunde y se hace dueño de mis pulsaciones.
Te imaginas como esta noche estertórea respira por mí. ¿No?
Es ilógico, inaudito pero a la vez verdadero no puedo dejar que el rescoldo de tu reminiscencia se apodere de mí, tome sitio en el ara de mi amor y callado pero plañiendo me haga rumiarte. Inefable, eso es, inefable; como también imbuir la hondonada que deja en mi pecho esa burbuja de la que en otrora te conté por avatares que da la vida. Que no escriba dice el ecuánime, pero mi chalado corazón: bardo, cavilante y zafio se atreve a delatarme y decir mis insondables secretos. Me exento de toda burla porque ahora más no hablo yo. Con tu aquiescencia me deleito y prometo no lastimarte fuero interno, sin más circunloquio profiero entonces yo el chalado corazón, empezaría por decirte que toda esa candombe de palabras no son más que alegorías que mi amigo el fuero interno, poco ignaro por cierto, ha tomado como tapujo de lo que siente, pero yo que soy el que puso esa noche aquella burbuja en el pecho de mi amigo porque sé lo que siente y por hierático no expresa. Te musitaré, para que no oiga... "Nunca amainó tanta ilusión" y como él dice te lo diré, aunque nunca llegó a decírtelo: "Te lleva en el otoño del alma donde cada hoja que cae son esas burbujas, las que naufragan su pecho".
Ves que es mejor que hable yo, porque yo no soy el escueto circunspecto que casi nada dice. Pero la verdad así yo locuaz y el lacónico escindidos los dos por un cielo, hemos sufrido tu ausencia y morigerando las gélidas noches supimos apoyarnos yo en él y él en mí, sin embargo faltaba el hálito que antaño dio tu compañía, esa epopeya de amor que era llegar a tu puerta y esperando un buz candoroso, entornar los ojos con tu mirada tan febrilmente apasionada que era solaz de mi boca, "y era" maldigo, porque en verdad aún quisiera contigo observar la alborada y una puesta carmesí de un sol pródigo que aluce nuestras miradas hasta con la última flama de su Manto. Poco me queda ya decirte, así es que como siempre el chalado corazón se calla. Entonces daré mis postreras palabras yo el fuero interno: Sabes, el azul de ese cielo taciturno y nocturno eras tú cuando niña, humilde y sumisa, alegre y amante con lo sublime de un sentimiento que sólo da la puerilidad de dieciséis años de existencia, candidez innata y avidez de amor, lastimosamente sentimiento fungible para ti porque no volverá jamás y es que la experiencia mata la inocencia, así se fue el cariz del candor que circundaba en tu persona. Ergo, el cielo bruno y aciago también tú, pero cerril, taimada y aleve con tortuosidad en tus actos pero guardando la ínfima estigma del pasado. Sólo quedamente como colofón de manuscrito acotaré: aún te extraño dulce pedazo de mí quién como tú para darme esa miel que impregnaba tu boca, que hasta ahora me deja sabor a ti.

Nostalgia

A veces pienso que no es verdad y trato
de apartarme de todo, consigo por un momento aminorar mi ansiedad.
Vuelvo a verme puro y eterno como un niño, 
lleno de mí y completo como antes,
aunque es poco el tiempo que dura 
el efecto de mi fuerza.
Todo me atraviesa después y siento más de una espada y el mar encima de mi cabeza, un temor que remece la inercia de mi corazón, vacío.
Lleno de todo, con una mordida sobrenatural que desviste la protección de mis pensamientos, caigo viéndome cerca 
y después tan lejos.
No me asesta nada 
y es cuando la razón pone carnada en mi cabeza,
y te pienso,
con luz en mis ojos,
con lágrimas en mis mejillas,
con ansiedad de mirarte 
porque eso es lo que quiero pero lo escondo
y no es suficiente al quererte tanto.
Me duele la imaginación
y se ancla en mi mar de recuerdos
tu mirada, tus besos, tu presencia, tu alegre, mía y pueril presencia,
y te quiero,
una vez más te quiero,
extrañando el calor de tu voz
ciertamente inolvidable;
son esos momentos cuando de mí poco queda
y me entrego preso de mi amor
a confesar que no he dejado de quererte.

Rescoldo

Soy igual que siempre con un resto de desgano, una poca de tristeza y mucho por ver y conocer, de las costas limpias del amor intenso que un día sentí que me atrajo al borde de la locura cayendo feliz en un rosedal de suspiros, así aunque no siempre, soy feliz.
A veces, sólo a veces anda mi cabeza atrapada en silencio, no es el motor cavilante congelado en el tiempo... es menos y no lo niego ; amainó todo hace ya tanto... sostengo un ápice de su nombre, un acorde de su sonrisa, un movimiento de su locura, que por fin no acicatea mi sinvivir, otrora atosigado. Y de ser inefable la venganza hallo en la música mejor aliado, seguro y soy rastrero de perversiones señeras y póstumas a este amor, pero me solazan, me maculan y solazan en un cantar donde: Lo bohemio del amor es el odio y lo sincero del odio es el amor que no he perdido... pero que casi ya no se nota.

lunes, 9 de febrero de 2009

18 de diciembre

Un pedazo de ti para vivificar este año que termina... pero nada!!! Tal vez así es mejor a veces, y quien mejor que tú para decirlo. Yo sólo quería hacer alarde de mi buena memoria sin daños a terceros aunque la verdad ni me importa... de los escritos que te di, de la memoria que no me falla, del osito de peluche de Taiwan, de las noches recostados en ese parque colgando las miradas sobre cada estrella, de cada piedra que te vi patear, de la fascinación por el yogur de vainilla francesa, de la única persona que ha osado ganarme en Crash car con maromas alardeando la ventaja en la victoria, de cada día que pasé junto a ti esperando que se llene la luna y de la promesa de no aburrirme nunca de estar a tu lado, de todo aquello que no puedo decirte porque ahora no estás a mi lado y el rencor que aleja las palabras que no sé decir cuando por casualidad te tengo cerca... Sólo puedo recordar y aceptar que el pasado fue mejor con la mismas palabras, de la misma hoja, del mismo color de letra que alguna vez te di este día:

Una palabra conocida que no había utilizado,
una sonrisa con rocío a algún sencillamente tú,
más dulce que un "te amo" que hace presión en toda el alma,
una burbuja efervescente de un destello de luz.

Un sístole sin diástole por emoción de tus abrazos,
un tierno decir que amo el dolor de tus locuras,
todo un desconectado que del planeta se despega,
un náufrago en un barco que se vuelve a la marea.

Un cielo que termina donde mi amor recién empieza,
una falsa promesa de decir que yo me escondo,
algún sobreviviente de un gran suspiro hondo,
la imagen que faltaba en mi genial rompecabezas.

Mi tiempo dividido en un antes y después de ti,
un globo que se infla y no hay cuando reviente,
dos palabras que disfrutan lo absurdo de mi suerte,
una reina que confunde a su rey con un alfil.

Un equis como ejemplo para salida de una duda,
dos veces es eterno lo que siento en esta noche,
un barco a la deriva que ya encontró su norte,
tan sensible como tierna tras la adarga que le escuda.

Un rostro triste que se ve en el firmamento,
una voz que hace en la noche que la luna sea llenada,
temor de ser ya piedra por ti encontrándose pateada,
una palabra cerrada que se guarda el pensamiento.

Un arte que comienza con haberte conocido,
un cielo diferente de color que no esperaba,
un lanzarme a lo más verde de la alegría de mis latidos,
una expresión casi inocente de imaginar que tú faltabas.