sábado, 19 de septiembre de 2009

Las cosas del sótano

No he podido ser más firme en escribir cualidades y sentimientos, sonrisas con dualidad interna y camelos en su cuarta acepción para realizar el mínimo boceto de lo que no sé aún como mencionar. Ni agilidad cerebral, ni puesta del sol con este... bendito tiempo que parece no definir su estación, que ayude. Tengo sí una sierra grande que corta mis ideas por la mitad, no se cansa de cortar y cuando pierde su filo te toca a ti. Con un hacer,con no deshacer.
Las sonrisas son buenas, me dan direcciones, pero no sirve de mucho la poca palabra que expresa la risa cuando hay más de un camino. Se me antoja un chocolate, una mirada a los ojos y mucho silencio. Son raras las cosas que pasan por mi mente a las cinco de la tarde recordando la hora ventiuno del día anterior. Quizá debí decir que sí y no escuchar dos veces no.
Fue frío el camino y no reí para calentarlo y aunque robó sólo novecientos segundos el tiempo de mi tiempo... sí sentí el silente camino de mis pasos cuando sobre mi hombro no te vi a mi lado, ni el acompañante sonido de las piedras pudo hacerme sentir mejor. Tal vez sí era temprano cuando dijo que no.
La locura es un estado del amor que va tallando mis habilidades podría haber dicho simplemente que no... pero creo que me estoy enamorando.