lunes, 9 de febrero de 2009

18 de diciembre

Un pedazo de ti para vivificar este año que termina... pero nada!!! Tal vez así es mejor a veces, y quien mejor que tú para decirlo. Yo sólo quería hacer alarde de mi buena memoria sin daños a terceros aunque la verdad ni me importa... de los escritos que te di, de la memoria que no me falla, del osito de peluche de Taiwan, de las noches recostados en ese parque colgando las miradas sobre cada estrella, de cada piedra que te vi patear, de la fascinación por el yogur de vainilla francesa, de la única persona que ha osado ganarme en Crash car con maromas alardeando la ventaja en la victoria, de cada día que pasé junto a ti esperando que se llene la luna y de la promesa de no aburrirme nunca de estar a tu lado, de todo aquello que no puedo decirte porque ahora no estás a mi lado y el rencor que aleja las palabras que no sé decir cuando por casualidad te tengo cerca... Sólo puedo recordar y aceptar que el pasado fue mejor con la mismas palabras, de la misma hoja, del mismo color de letra que alguna vez te di este día:

Una palabra conocida que no había utilizado,
una sonrisa con rocío a algún sencillamente tú,
más dulce que un "te amo" que hace presión en toda el alma,
una burbuja efervescente de un destello de luz.

Un sístole sin diástole por emoción de tus abrazos,
un tierno decir que amo el dolor de tus locuras,
todo un desconectado que del planeta se despega,
un náufrago en un barco que se vuelve a la marea.

Un cielo que termina donde mi amor recién empieza,
una falsa promesa de decir que yo me escondo,
algún sobreviviente de un gran suspiro hondo,
la imagen que faltaba en mi genial rompecabezas.

Mi tiempo dividido en un antes y después de ti,
un globo que se infla y no hay cuando reviente,
dos palabras que disfrutan lo absurdo de mi suerte,
una reina que confunde a su rey con un alfil.

Un equis como ejemplo para salida de una duda,
dos veces es eterno lo que siento en esta noche,
un barco a la deriva que ya encontró su norte,
tan sensible como tierna tras la adarga que le escuda.

Un rostro triste que se ve en el firmamento,
una voz que hace en la noche que la luna sea llenada,
temor de ser ya piedra por ti encontrándose pateada,
una palabra cerrada que se guarda el pensamiento.

Un arte que comienza con haberte conocido,
un cielo diferente de color que no esperaba,
un lanzarme a lo más verde de la alegría de mis latidos,
una expresión casi inocente de imaginar que tú faltabas.

1 comentario:

  1. ay david!! como siempre me dejaste sin palabras... :) nose q decirte!! imagino para kien es jeje espero no tengas tanto rencor pss ... cdt muxio....

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