domingo, 10 de mayo de 2009

Cuando el teléfono suena de noche

Ahora, pocas son las veces que sucede, como si la oscuridad a punta de vacíos formara un sonido que dilata el tiempo que abre un espacio, un agujero negro entre el pasado y el presente... tú sabes mejor que nadie como sonaba el teléfono cuando el pasado era presente: De noche, de día, en las tardes, a toda hora, era cuestión de cercanía, de la más vesánica promesa -y eso me lo dice el tiempo- de nunca aburrirme de estar a tu lado. Siempre que son más de las doce antes del meridiano y con la velocidad de un pestañeo suena el teléfono sé que eres tú y no entiendo por qué. Un profundo resquemor por la ausencia de la soledad que nunca sostuviste me retrae a lugares que ya había olvidado que se arrastran a veces pretendiendo observarlos casi siempre desde un auto, sentado. Será que algo debe faltarte o que tienes esa loca manía que no has perdido hasta ahora, que te sigue y te persigue como una astilla encalada en tus recuerdos, o que simplemente te gusta jugar a perder el tiempo marcando números al azar y que por allí como anexándole minutos al desperdicio de tu saldo telefónico le atinas al de este humilde servidor, pero ya no asoma la loca idea de que estás por allí atrapada en tu presente entre esas cuatro paredes y todas las condiciones de alguien que no debe verme aguardando el momento justo de volver a mi lado. Aunque así vanas veces te imagine y sea feliz.

domingo, 3 de mayo de 2009

Suspiro... respiro... sosiego... error.

Me pareció que la intrusión de un animal telepático se había largado por la mismísima puerta de donde salió, dos mil seiscientas ochenta y tantas visitas, una fotografia presente y una sonrisa trémula de un placer medio maníaco de saberte lejos, porque las horas cuentan que en medio de la obscuridad de mi acrofobia podría hacerte caer para verte hecho un punto de sangre en el hoyo, sería una caída donde tu harías de coyote y yo sonreiría oyéndote gritar... pero la verdad así sean malos -y déjame execrarlos- muy malos mis pensamientos, yo solo te deseo que seas feliz, que te vaya mejor y por sobre todo no te deseo la muerte porque igual vas a morir. Para ti también con desprecio.

viernes, 1 de mayo de 2009

El amor no acaba sólo cambia de lugar...

¡Dices! Por favor corrige si me equivoco! Y me sonó a tragedia griega con puntitos multicolores, como dos manos tirando de una cabeza de cabellos amarillos y rosas, le tuve compasión a esa idea y me propuse cavilarla, la verdad no pasó la prueba... mi prueba, y de no ser así, cómo explicas las sombras de noche y todo ese malestar infrahumano que... en fin... he gastado más tinta que tecla para impregnar mis colapsos, mis ideas, mis atrasos, mis... ¿tú? -y que Panda y su "de rojo te ves bien" no me haga plañir como siempre, como para no decir que en horas mejores he hecho de las comedias una de esas cosas breves y pequeñas como la fuerza que hace falta para mover un mouse, y si no entiendes!!! qué más vas a pedir, si nunca me entendiste, si jamas vas a entender, no seré genio pero tampoco estoy loco si digo que veo las noches rojas de ira y verdes de arrogancia... Acaso supone la noche que hace falta la luna y una estrella para decir que esta completa, ya no es suficiente lamentar: Porque no hay parque sin plantas, porque no hay acordes mayores sin uno menor, porque no hay luna llena sin estrellas, porque no hay catarsis con k en mi diccionario para engañarme sin miedo, porque es más dulce este beso que hace esperar al tiempo con los años que le quedan... hasta el final de los sueños con la partida de la espera del tal vez así es mejor y la llegada de mi amor sera más violento que macabro pero habré dicho al fin de tantos cabos que yo tuve razón.