miércoles, 21 de octubre de 2009

Te conviertes en una palabra
y mientras más me oigo nombrarte
seguro y me enamoro de ti
jugando a esconderte frente a mi
poco a poco te encuentro -No está demás decir que sí cuando es de noche-
cada sonrisa es mi más tierna mirada
que suspendo en tiempo incierto acorde a notas tristes de mi almohada
un dulce a medias, la conjetura de un sí a las 5 p.m.
denodadas apetencias que en suma son mi más cruel antojo de saberte a mi lado.

Te conviertes en una pregunta
y de no hallar respuesta diré que posee
la misma inconsistencia de mi decir "en punto" hoy a las doce antes del meridiano
más tecla que palabra
y de hora inadecuada
se acerca a lo lejano cada idea que ha escrito
inanición seducida por lo que el tiempo provee
destila vanidad impropia de su edad
más cerca cada vez que se aleja de mi lado.

Te conviertes en una respuesta
y no estoy jugando a las escondidas -de jugar seguramente te encontraría a mi costado-
arredra la idea de bailar a solas
mientras la música suena en el primer pasillo
describe estas líneas como yo las escribo
a ver si recuerda lo que oyó su oído
de noche se entiende lo que debe comprender
seguro y encuentra en el tiempo al callar
una voz conocida un susurro casual.

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