sábado, 23 de octubre de 2010

Futuro indiferente (I)

Como pocas noches el aliento se le fue con ella. Una sola incertidumbre despejada en un cielo salpicado de tristeza. Taciturno, señero, frágil. Sintió la ausencia de la luna que ahogaba la única estrella en un azul obscuro y congelante. Frente a él no percibió los tantos rostros que miraban un indiferente al sonido de los autos, al bullicio de las palabras, al peligro de la hora tan cercana a la medianoche. Con la fuerza de la inercia llego a casa a paso seguro, entre pistas y veredas al ritmo del desánimo. Incauto de la rapacidad de esos lares tomó el segundo vehículo que pasó porque ni siquiera observó el primero y sentado ya en él, junto del conductor, el viento golpeó su rostro tantas veces como pudo, sus ideas eclosionaban en un líquido acuoso que no permitía salir -Siempre es de noche- pensó. Y la tristeza conmovió sus recuerdos -Las lágrimas que más duelen son las que no llegan a caer- recordó oír mucho tiempo atrás.

Había pasado tanto tiempo disfrutando de no enamorarse que creyó nunca hacerlo. Veía ese trance romántico de gustos, afectos, afectos y gustos y el paso de uno a otro como una isla lejana con un mar en medio para alguien que no sabía nadar. Así que poco temía.
Era de esos meses fríos en que uno no quiere salir de casa a menos que tenga un buen motivo o una inevitable obligación. Pasaba las noches tomando café. Y por algún maleficio del destino hacia de jugar con una pelota un placer sin lucro. Solo para eso dejaba su casa como vengándose del frío. Pero a partir de las ocho de la noche el ánimo deportista se transformaba en un rigor sedentario de oír música y conversar con gente que no veía y que en el mejor de los casos sabía que iba a ver. Fue en ese tiempo que de tantos sonidos de tantas sonrisas inquietas con su eco tras la pantalla notó el efecto... agridulce del interés de quien era.
Leía, cuando no escribía y cuando no escribía no sabía que hacer se encogió y expandió tantas veces su corazón. Las sonrisas brotaban como espuma al tecleo de las palabras y encontraba un romántico sabor a pasado entre cada sonrisa. Hacía de las horas minutos extraños que comenzaban con una palabra y terminaban con el final de la noche.
El frío se calentó. Nadar si sabía hacerlo. Cuando menos esperaba. La isla no estaba tan lejos.

Una pequeña sensación al recoger su cabello, al girar y sonreír pequeño consuelo y para hablar y decir pequeño argumento... pequeños detalles. Todo pequeño. -El amor es una palabra que padece de simetría una mitad tuya, la otra es mía- (...)

3 comentarios:

  1. DESPUES DE DECIFRADO ES BIEN LINDO Y ROMANTICO!!!! QUE DA GANAS DE LEER Y VOLVER A LEER =) GRACIAS X CONFIAR Y CONTARME......

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  2. jajaja eso kiere decir q me callé jejee olvide la parte que me dijiste!!! bueno esto no te lo deberia decir pero te lo voy a contar upsssss mil sorrys =)

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