miércoles, 11 de febrero de 2009

Rescoldo

Soy igual que siempre con un resto de desgano, una poca de tristeza y mucho por ver y conocer, de las costas limpias del amor intenso que un día sentí que me atrajo al borde de la locura cayendo feliz en un rosedal de suspiros, así aunque no siempre, soy feliz.
A veces, sólo a veces anda mi cabeza atrapada en silencio, no es el motor cavilante congelado en el tiempo... es menos y no lo niego ; amainó todo hace ya tanto... sostengo un ápice de su nombre, un acorde de su sonrisa, un movimiento de su locura, que por fin no acicatea mi sinvivir, otrora atosigado. Y de ser inefable la venganza hallo en la música mejor aliado, seguro y soy rastrero de perversiones señeras y póstumas a este amor, pero me solazan, me maculan y solazan en un cantar donde: Lo bohemio del amor es el odio y lo sincero del odio es el amor que no he perdido... pero que casi ya no se nota.

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